En las últimas 72 horas han sucedido dos hechos en el marco de la campaña electoral, que deben analizarse, para intentar orientar a la opinión pública y para hacer un llamado a la cordura.
El primer hecho está relacionado con la colocación y robo de la bandera, en el redondel Masferrer.
Sin lugar a dudas, una Nación sin el mayor respeto a los símbolos patrios, a la educación cívica, y hasta el fervor cívico, es un espacio al vacío, es perder parte de la identidad. De ahí la necesidad, hasta de legislar para guardarles el debido respeto.
Obviamente, ese respeto debe iniciar por los usos y los lugares donde debe ondear, para el caso nuestra bandera patria; es por eso criticable, y quizá hasta censurable, que el candidato a la Alcaldía Municipal de San Salvador, por el partido ARENA, Norman Quijano, haya iniciado toda una campaña propagandística, para colocar la bandera en el citado redondel, y que, posteriormente fuera retirada, y colocada en su lugar una manta roja, simbolizando la bandera del principal partido opositor.
bajo todo punto de vista ético, ningún partido político debería utilizar los símbolos patrios para su campaña política.
Por tradición, en El Salvador, tanto los espacios públicos como municipales son decorados con nuestros símbolos patrios y otros ornamentos cívicos, en el mes de septiembre, para conmemorar el "Día de la Independencia". Tanto los capitalinos, como los visitantes, hemos visto, en esa fecha, ondear nuestra bandera en el Redondel Masferrer y otros espacios públicos.
Parece, pues, que el señor Norman Quijano no se ha dado cuenta que no estamos en el mes cívico, tampoco se ha dado cuenta, que los símbolos patrios no deben ser instrumentos para su campaña electoral.
El otro hecho lamentable fue la escaramuza que se dio entre militantes del FMLN y de ARENA, en el Departamento de San Vicente. Algunos medios, inclusive, difundieron tomas en los que militantes del FMLN quemaban símbolos del partido ARENA. No sabemos si los de ARENA hicieron lo mismo con los del Frente, pues, de ello no difundió nada en televisión, pensemos que eso no ocurrió.
Es importante, por un lado, que el Tribunal Supremo Electoral, ponga a funcionar algún mecanismo para evitar que se den este tipo de hechos, de lo contrario las actividades electorales pueden terminar en vandalismo.
La dirigencia del FMLN también debe girar instrucciones a sus bases, para que no caigan en la trampa de ARENA, la cual es, provocar violencia para difundirlo hasta el cansancio a través de la televisión, y provocar rechazo o miedo entre los votantes.
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